La academia persiste en tratar de medir lo que saben los estudiantes individualmente. En la mayoría de las clases de programación, los estudiantes comienzan desde una pantalla en blanco y escriben un código limpio de forma independiente o, con menos frecuencia, con un compañero.

Es común que los grupos de desarrollo de software incluyan personas de diferentes países y en diferentes zonas horarias. Trabajar de manera efectiva requiere que los miembros del equipo se comuniquen bien en diferentes idiomas y en diferentes culturas. También significa que alguien más debe poder ver su código y saber lo que hace, por lo que es fundamental establecer estándares de formato y proporcionar comentarios claros.